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6 de diciembre de 2010

HEROÍNA: Efectos, consecuencias y tratamiento / Measures and treatment against the heroine


DATOS SOBRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO:

16-17 millones de personas en el mundo consumen opiáceos:
10-11 millones son adictas a la morfina, la heroína o el opio
10-12 mil fallecen cada año por su consumo
La edad media en el inicio de consumo de heroína es de 18-22 años

El consumo de heroína en España ha disminuido en los últimos años, aumentando en cambio el de cocaína.

La heroína o diacetilmorfina se elabora mediante la acetilización de la morfina, principal alcaloide del opio.

El opio es el látex de la amapola o adormidera Papaver Somniferum. Se cultiva en numerosos paises por las propiedades medicinales que se obtienen (morfina, codeína, papaverina, etc) pero el 75% de la producción mundial, que procede del sudeste asiático y en especial de Afghanistán y Birmania, se destina principalmente a la elaboración y al tráfico ilegal de heroína.

La HEROÍNA se presenta generalmente de 2 FORMAS:

- una de color marrón terroso (a veces gris o amarillento) y con olor a vinagre de una pureza del 25-50%, que se conoce como heroína base o "brown sugar"

- y otra, con aspecto de polvo cristalino blanco muy fino, inodoro y de sabor amargo, cuya pureza puede llegar al 80-90%

No obstante, hay que tener en cuenta que la mayoría de la heroína que se vende en la calle suele contener toda clase de adulterantes como almidón, azucar en polvo, quinina, estricnina, etc, ya que habitualmente es mezclada o "cortada" por los traficantes para obtener una mayor rentabilidad.

Al no saber el adicto cual es la pureza de la droga o su verdadero contenido, corre el riesgo de sufrir una grave intoxicación o morir por sobredosis

La heroína se consume habitualmente por vía endovenosa, aunque en los últimos años ha aumentado el consumo por inhalación o fumada en parte por la creencia errónea de que así se evita la adicción y también para eludir el peligro de infecciones como el HIV/SIDA, las hepatitis y otras enfermedades de transmisión sanguínea que se contagian al compartir agujas o jeringuillas. Los heroinómanos socialmente marginados utilizan en mayor medida la vía intravenosa.

Efectos iniciales:

Tras la inyección o inhalación, la droga incide en pocos segundos sobre los receptores opioides del cerebro; el sujeto siente el llamado "rush" una especie de oleada de sensaciones de bienestar, placidez, imaginación exaltada y euforia, acompañado de un aumento de temperatura y sonrojo de la piel, sequedad de la boca y sensación de pesadez en piernas y brazos y seguido frecuentemente por náuseas, vómitos y picores severos.

Después de estos efectos iniciales, suele aparecer los efectos estupefacientes: somnolencia durante varias horas; funciones mentales que se ofuscan debido a la depresión del sistema nervioso central, el ritmo cardiaco disminuye y la respiración se minimiza en gran medida hasta el punto de que a veces puede producirse la muerte por fallo cardio-respiratorio.

Efectos a largo plazo:

ADICCIÓN intensa: se trata de una enfermedad crónica, con múltiples recaídas; la velocidad de asimilación de la droga y los cambios neuroquímicos y moleculares que produce en el cerebro, condicionan el comportamiento del sujeto, haciendo que esté continuamente obsesionado por la búsqueda y uso compulsivo de la droga.

- TOLERANCIA Y DEPENDENCIA psíquica y física profundas: deseo intenso de consumir y necesidad de un aumento progresivo de las dosis; el enfermo emplea cada vez más tiempo y energía para conseguir la droga, hasta que, una vez instalada la adicción, el objetivo primordial de su vida es su búsqueda y consumo una o varias veces al día; si carece de dinero para conseguir las dosis, venderá cualquier cosa que tenga a mano (inmuebles, joyas, aparatos, vehículos, etc), llegando a cometer delitos o a prostituirse (60-80% de los robos callejeros con intimidación, tirones, hurtos, robos interior de vehículos, etc. son protagonizados por heroinómanos)

Si el uso de la droga se interrumpe o reduce bruscamente, aparecen los síntomas del SÍNDROME DE ABSTINENCIA: inquietud, insomnio, ansiedad, accesos de pánico, pérdida del apetito, ojos llorosos, moqueo, pupilas dilatadas, dolores musculares, diarreas, vómitos, escalofríos con piel de gallina y movimientos de piernas. Estos síntomas alcanzan su punto máximo entre 48-72 horas después de la última dosis y se van apaciguando en días sucesivos; sin embargo, en algunos adictos persistenten durante meses. Los sufrimientos asociados a este síndrome son la principal causa de adicción.

ENFERMEDADES Y CONSECUENCIAS de la adicción la heroína:

- trastornos de la memoria y la atención
- insomnio
- disminución del deseo sexual
- estados de confusión
- inseguridad
- apatía
- depresión
- deterioro de la personalidad
- intentos de suicidio.
- venas colapsadas y con cicatrices
- infecciones bacterianas de los vasos sanguíneos
- abscesos (forúnculos) y otras infecciones de los tejidos blandos
- artritis
- reuma
- enfermedades hepáticas y renales
- infección del endocardio y de las válvulas del corazón
- varios tipos de neumonía y tuberculosis debido a los efectos depresivos de la heroína sobre la respiración
- muerte por sobredosis
- durante el embarazo puede provocar abortos, partos prematuros, daños al feto e influir en el síndrome de muerte infantil súbita
- algunos de los aditivos que suelen encontrarse en la heroína pueden producir obstrucciones en los vasos sanguíneos que van a los pulmones, hígado, riñones o cerebro y causar infeciones o necrosamiento celular
- contagios, transmitidos vía sanguínea por compartir jeringuillas o fluidos, con propagación de enfermedades infecciosas, principalmente sida, hepatitis B y C y de otros virus que los drogadictos a su vez pueden contagiar a sus parejas sexuales y a sus hijos


Consecuencias en los ámbitos familiar, social y laboral:

- riñas y violencia familiar
- separaciones y divorcios
- incumpliento o retraso en las tareas laborales
- despidos en el trabajo
- accidentes laborales y de tráfico (mayor riesgo si además se toma alcohol)
- problemas legales, desadaptación y marginación social (15-20% de los heroinómanos carecen de hogar o domicilio fijo)
- problemas de convivencia social: peleas, agresiones, etc
- problemas económicos que pueden llevar al delito (60-80% de reclusos internos en centros penitenciarios son drogadictos o están relacionados con el tráfico o consumo de drogas)

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTOS DE DESINTOXICACIÓN Y REHABILITACIÓN:

La media de duración del consumo adictivo de heroína es de 5 a 10 años. Suele ser una adicción profunda y dificil de curar, existiendo frecuentes y repetidas recaídas (el 50-70% de los enfermos ha realizado dos o más tratamientos con metadona o buprenorfina y el 40% se ha sometido también a terapias psicológicas (ver es.wikipedia.org)
Existe, además, la complicación añadida de la politoxicomanía ya que un porcentaje muy alto de los adictos a la heroína consumen otras drogas (cocaína, alcohol, drogas de síntesis, etc)

En algunos países existen programas de prescripción de heroína, tratamiento controvertido que se usa en consumidores a largo plazo cuando han fracasado otras terapias; también se está experimentando con otros medicamentos.

Para tener éxito en su curación y rehabilitación el enfermo ha de someterse voluntariamente a un tratamiento de dexintoxicación con internamiento en un centro médico especializado y ha de ser persistente en las terapias farmacológicas y psiquiátricas prescritas, a pesar de las recaídas.

Como PREVENCIÓN, deberían realizarse más campañas en medios de comunicación y centros de enseñanza, resaltando la peligrosidad de ésta y otras drogas, incluyendo el tabaco y el alcohol.

Es importante que los padres aleccionen gradualmente a los niños así como que observen y controlen el comportamiento y actividades anormales de los hijos adolescentes (amistades o lugares de diversión inadecuados, alteraciones del carácter, cicatrces de pinchazos, olores en la ropa, tenencia de sustancias u objetos sospechosos, somnolencia, pupilas dilatadas, falta de rendimiento en los estudios, gastos excesivos, reacciones agresivas, falta de comunicación, etc. o los síntomas descritos más arriba en este artículo) tratando de razonar sobre su conducta y los riesgos de las drogas y, en caso de duda razonable sobre su consumo, recurrir a un reconocimiento médico y al tratamiento que pudiera ser necesario.


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ADVERTENCIA A LOS LECTORES DE ESTE ARTÍCULO:

La información y opiniones médicas contenidas en este artículo tienen únicamente una finalidad divulgativa y, en ningún caso, deben ni pueden sustituir el consejo de un médico o farmaceútico ni servir para realizar autodiagnósticos; cualquier persona que se sienta afectada por síntomas o sospechas de padecer una enfermedad adictiva o de otra índole, no ha conformarse con esta información, y sí debe acudir a la consulta de un médico, farmaceútico o especialista sanitario correspondiente, para que le aconseje, diagnostique su afección y le prescriba la medicación o tratamiento que considere apropiados.


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